domingo, 10 de junio de 2012

la mochila

me angustia caleta pensar que muchas veces al mes te llamo llorando por lo mismo. pena por la misma película mala, que no se acaba nunca. escenas repetidas y tristes. 
ya han pasado casi dos años, falta una semana para que sean dos años. todo se fue a la mierda en tres segundos y no he regresado nunca desde ese lugar tan penca. 
desde hace unos meses, tú has sido la única persona capaz de hacer que piense que mi vida puede ser un poquito más normal y que a veces, las cosas resultan buenas. todo este tiempo me la había pasado desconfiando de la suerte. intentando no hacer planes, porque ni el más mínimo me resulta. porque ni agendar una salida me resulta, cuando a la gente de pronto se le ocurre formar un huracán de gritos, prohibiciones y odiosidades para cagarme la onda. 
es cierto, se me fueron a la basura hartos sueños hace dos años, se me fue a la basura la libertad, las ganas de pensar en el futuro y sus vueltas que, según yo, iban a terminar siempre dejándome en el mismo lugar no más, aquí mismo donde estoy ahora llorando, por lo mismas cosas de siempre. 
todavía creo que es difícil terminar con esta mala racha pronto, pero por alguna razón extraña y bonita, contigo puedo pensar que no todo es tan malo, que pueden venir cosas mejores, que hay harto por hacer y conocer, que es cosa de tiempo y todos esos clichés que me cargan, pero asumo contenta. 
no sé si eso pase realmente, no sé nada, quizás mañana de nuevo ande pateando piedras, y pasado igual. quizás la pena no vuela como en la canción de garcía. yo ahora vivo con esta pena, se metió a mi mochila un día. a veces es grande y pesa tanto que no puedo soportarla. otras veces es más chiquitita y casi no la siento. pero ahí está siempre, el caso es que ya no importa tanto, porque ya no estoy sola recordando que existe. y cuando puedo dejar que se vaya un poco, es sólo porque estai tú al lado.