Las cosas bastante seguido no resultan como espero. Hacer planes es una de las actividades en las que no debería invertir mi tiempo libre. Sacar conclusiones del porqué no resultan mis planes no es alentador tampoco. Siempre, pero siempre, la respuesta tendrá que ver con la misma persona.
Ya no puede ser más deprimente pensar que esto no tiene que ver con que el destino sea mala onda, la suerte no exista o similares. Es tan simple como que de un día a otro alguien decidió que sería choro, quizás, vivir siempre sabotenado la buena onda de la gente a su alrededor.
Yo sé , de verdad, que nunca voy a poder llegar a odiarte , porque eso no va conmigo. Yo sé que voy a llorar el día en que por fin todo termine. Estoy segura. Porque soy así de bipolar y porque a veces dices cosas divertidas y me caes bien. Yo no puedo odiarte. Aunque no pueda hacer lo que quiero, aunque ahora estoy acá mientras debiese estar en otro lugar, y aunque eso último sea cada vez más recurrente, porque tú manejas todo acá. Eso quizás no lo sepas o no te des cuenta; o probablemente si , y eso te encante. No cacho y da lo mismo porque yo siempre me quedo aquí y tú ganas.
Me enferma tener tanta paciencia. Paciencia hasta para esperar que algún día la paciencia desaparezca. Algún día, algún día. Quizás cuántas veces haga falta que escriba acá para terminar de darme cuenta de lo insoportable que es vivir en un cuadro repleto de cinismo diariamente. Yo no soy exagerada, yo sé que tengo razón. Sólo me falta verbalizarlo, articularlo, concretarlo y adiós.
Entonces, me quedan aún más temporales...