nube

voy a ser un poco egoísta en este momento y diré que de verdad no puede haber tanta mala suerte acumulada en los acontecimientos cotidianos de una sola persona, o sea yo. y en este momento no me importa mucho más que eso y encontrar la forma de poder sacarme la nube ésta de encima, que en vez de perseguirme como si yo le hubiese robado algo, debiese reventarse en una lluvia enorme sobre mí y dejarme ahogada de una buena vez. prefiero eso antes que esta garúa constante de ratos tristes inevitables hace demasiado tiempo. hasta estoy dejando de creer que esto podría valer la pena en un tiempo más; ya aprendí lo suficiente, no necesito más noches como ésta para darme cuenta de lo que tengo y no tengo que hacer. voy a ser un poco egoísta y qué.

salud

debería estar escribiendo sobre teorías sustantivas e intermedias, pero aún no tengo idea qué es eso. hoy sólo sé que la cerveza en grandes cantidades me pone bastante idiota y que incluso en esas situaciones puedo encontrar algo positivo, como a la persona que ayer me abrazó en el momento más terrible de la noche. tengo suerte, al menos en algunos aspectos de mi irrelevante vida veinteañera. salud por eso, no?

sin gracia

voy a cumplir veintiún años y eso es nada, espero vivir ochenta y tener muchas arrugas, poder darles plata a mis nietos para que carreteen y que no les dé mucha lata ir a verme. A corto plazo me conformo con tener siempre café a mano, porque es lo único que puedo llegar a extrañar con locura en las mañanas; los cigarros que quizás no me permitan llegar a los ochenta, pero filo; la chela porque me gusta caleta, sobre todo en la vía pública; la comida, TODA la comida, y el color verde que es el más buena onda de la historia de la rosa cromática. Hay noches en que me doy cuenta que las cosas son bien simples, en realidad.