T.

este día ha sido triste, triste.

está pasando

me gustaría estar en cualquier lugar del universo en que el solcito me pegara en la cara tan fuerte como para no poder abrir los ojos fácilmente. oh, la libertad.

2011

lo que va de este año me ha servido. me ha servido harto.

he recuperado la esperanza en muchas cosas. algo importante.

sin esperanza se pudre todo.

ya no creo que todo esté perdido. creo que vamos caminando, de verdad.

un día

"siempre fue igual, madrugar a diario tomando el té a la rápida y comer el pan con margarina de un mordisco, y salir soplado porque ya son las siete, grita la vieja desde la cocina. salir corriendo, el pelo mojado en pleno invierno, con las manos moradas apretando las monedas del pasaje, las únicas monedas que, con cueva, si el escolar se sube por atrás sin pagar, le sobran para un cigarro suelto. las únicas monedas que son un tesoro cuando el chico logra encaramarse a la pisadera, pero en el apuro de sujetarse, se le caen al suelo, con tanta mala raja, que ruedan por un desagüe. entonces tiene que tratar de llegar al liceo como sea, caminando, pidiendo que lo lleven, suplicarle al chofer que le contesta con un insulto. siempre fue lo mismo, un llegar atrasado a clases con idéntica justificación: no pude tomar la micro, profe. entonces el castigo, la citación al apoderado, cargando eternamente con el estigma del flojo".

lemebel

dejo

esta entrada como constancia de mi porfía y de que hay cosas que a estas alturas del partido ya no debería hacer. alguien debería pegarme cada vez que se crucen estas ideas por mi cabeza. pero como nadie lo hace, me pego yo solita, y los medios porrazos. buenas noches. gracias.

dicen que mañana llueve

yo creo que de nuevo te rompiste en hartos pedacitos, como ya te ha pasado otras veces. para nosotros estas cosas ya no revisten mayor novedad. el tema es que ahora no quiero que nadie trate de arreglarte. nadie más. estoy cansada y me imagino que tú también.

enero

esas ideas veraniegas desaparecen de a poquito, o al menos eso quiero lograr.

por mientras, me pone contenta saber que existe la posibilidad de que la vida sea menos penca a partir de hoy. hay harto trabajo por hacer.

eco

¿estai por ahí?

ñññññ

escucho canciones de masoca no más, como supongo que todo el mundo lo ha hecho alguna vez (así no me siento tan penca). en medio de todas las cosas más importantes que pasan en el mundo real, donde nadie se acuerda de esto, donde está lloviendo y los cabros de mi u están en toma, yo me quedo pegada mirando una foto y acordándome de puras cosas que ya están más que cocinadas. la llevo po.

oye

a veces

todavía

...

buenas noches

muy otoñal

he pasado todo este día en pijama y muerta de frío. en este preciso instante me estoy congelando, pero me da flojera subir a buscar algo más abrigado que agregar al polar y al chaleco grueso que tengo encima. también tengo un cobertor.

mi mamá está durmiendo y yo la miro y la encuentro tan bonita, se va hasta más joven que antes.

yo la miro y no puedo dejar de pensar en cómo y porqué se volvió tan, tan frágil.

voy a prender la estufa porque también debe tener frío.

antes de dormir

vengo escribiendo sobre las mismas cuestiones hace muchos, muchos meses. quizás, ésta es la mala racha más larga y triste que recuerde. aunque existan razones de peso para sentirme así y, probablemente, desde mi gato hasta mi psicóloga las entiendan, me angustia no tener ganas de hacer algo para que la ruta de la pena tome algún desvío.

estoy haciendo mil cosas al mismo tiempo, pensando en que no he pagado la cuenta del teléfono, ni la de la luz, me hicieron mal un depósito y el colegio de la anto también está atrasado; la tesina está estancada, egreso en unas semanas y no tengo idea qué haré después de eso. además, están las distancias con personas que quiero y lo mucho que necesito que me abracen últimamente.

mi posición innata en la vida siempre tiende a ser la de mediadora en los conflictos, pero ya estoy chata. además, de los míos nadie se hace cargo. de mí nadie se hace cargo. hace casi un año vengo de mal en peor y tengo cada vez más ganas de que esto se acabe, pero menos ganas de luchar.

la vida se ha transformado en una cadena de repeticiones extraña y desagradable la mayor parte del tiempo. sé que va a pasar cuando llego a la casa todos los días, sé que va a pasar cada maldito minuto del lunes, del martes y los siguientes. ya nada me sorprende, ni coopero mucho para dejarme sorprender. lo sé.

sigo dándole vueltas a situaciones más que añejas y más que perdidas.

yo sé muy bien cuál es mi problema, sé que no me adapto a nuestra nueva vida, que no sé lidiar con esto; sé que me cuesta aceptar todo lo que he perdido en el último tiempo, desde mi vieja hasta la posibilidad de llamar a alguien cuando tengo pena y que con eso se me pase.

todo eso que ha desaparecido ¿hasta cuándo voy a pensar que puedo recuperarlo?

mccartney

no paro de escuchar la discografía de los beatles y de ver los videos de macca en el nacional. han pasado tres días, y pueden pasar ochocientos mil, y seguiré aferrada a la idea de que hay pocas cosas importantes en la vida de las que tienes la certeza que no se repetirán jamás.

sin ser fanática de los beatles desde chica y sin que sus canciones me recuerden domingos familiares, llegué a ellos porque la lógica y la oreja indicaban que eran sencillamente otra cosa. y cuando supe que mccartney venía, corrí a comprar mi humilde entrada de galería. porque realmente esto era algo que no te podías perder. había que estar ahí sí o sí.

porque macca es un viejo bacán y sequísimo, y porque cuando a las nueve en punto del miércoles salió al escenario, comenzaron dos horas y media de pura felicidad y emoción de la más pura y real.

últimamente, cuando siento que las cosas que me están pasando son una suerte castigo o culpa del siempre mal ponderado karma, recuerdo como me fui a la cresta cuando sonó blackbird y puedo decir que ese concierto fue un regalo tremendo e inolvidable.

gracias, paul. ojalá sigas haciendo giras un ratito más, dame chance de juntar lucas e ir a escucharte a algún lugar del mundo.

hmm

si no encajas en ninguna parte, quizás el problema no son los demás

drama queen

ándate, por favor

soñar no cuesta nada

siempre miraba en la puerta
en el suelo a la entrada
por si había algún papelito
por si se te había ocurrido pasar
por si habías sentido la necesidad de pasar
y siempre que volvía de Viña
tenía el sueño de encontrarte ahí
sentada en la puerta
sentada en la escalera
y siempre te saludaba
y así me aliviaba,
en una ínfima medida me aliviaba.

también cuando los perros ladraban mucho
pensaba que eras tú
que podías ser tú
porque así le ladran los perros a las personas que no conocen
y el viento en las ramas del damasco
y en las hojas
y el viento en las plantas
también eras tú
también podías ser tú
y los perritos que vienen a pedir cáscaras de queso
también podías ser tú
pero nunca fuiste tú

nunca en ninguno de estos casos fuiste tú
siempre fue el viento
y los perritos
y los pasos de otras personas
y los ladridos para otras personas
y ya no te confundo con los pies de los perritos
y ya no te confundo con el viento entre las ramas
y ya no te confundo con el viento entre las hojas
y ya no te confundo con el viento entre las plantas
y ya no te confundo conmigo
y ya no me confundo contigo
y ya no nos confundo a los dos

si pudiera

me iría a horcón unos días con un par de amigos buena onda

me olvidaría en dos segundos de toda la gente y circunstancias pencas del último tiempo

dejaría de perder personas como se pierden los pinches para el pelo o las monedas de cinco pesos

escribiría hueás más interesantes que mis ataques diarios de pena compulsivos y adolescentes

sacaría quinientas fotos y las pegaría en mi pared

imaginaría muchísimas maneras de poder evitar que todo esto me pase otra vez

.-

parece que hay momentos en la vida en que te cansas. te cansas de poner cara de buena onda, te cansas de buscar a la gente, te cansas de ser siempre quien equilibra la balanza, te cansas de tener una y otra vez las mismas conversaciones que no llevan a nada porque no te están escuchando de verdad.

quizás me estoy esforzando muy poquito, quizás no me estoy esforzando nada en realidad. pero así es no más, todos cambiamos, todos nos cansamos.

días que terminan como el pico

no sé porqué no he aprendido que hacer planes no es algo permitido para mí. siempre pongo todas las cosas en el mejor escenario, tengo una imaginación demasiado ambiciosa en relación a las posibilidades reales de que todo lo que pienso se concrete alguna vez. confío mucho en las buenas intenciones de la gente y termino desilusionada todas las noches cuando apago el computador. me está matando ser así. me caigo muy seguido de mi nube estúpida, ingenua, estúpida nube y nadie, nadie viene a recogerme. gente egoísta. me van quedando muy poquitos de los buenos.

ron

desperté tratando de borrar las evidencias de una noche de carrete. nada estaba en su lugar y me dolía la cabeza. tenía caña, pero no de esas terribles de otras veces. había sido una noche piola, entrete y necesaria. una de esas en que un par de copetes fomentan la sinceridad y disminuyen los minutos del teléfono. si no pude decir ciertas cosas esa noche en que todo era perfecto para hacerlo, entonces debe ser porque no, no más. si me quedé dormida antes de presionar enviar, debe ser porque, aunque casi todos los días lo niego, parece que sí tengo algo de suerte y no todo lo que hago tiene que ser tan dramático. menos mal.

tengo que tener buena memoria

tengo rabia y espero que esta vez no se me olvide.

hay gente penca no más, aunque a veces lo disimulen bien

ésta canción no me debería dar pena

pero casi todo me da pena. no sé qué tan normal o anormal sea eso. pero es lo que hay

hola, abril

hola

hoy

tengo ganas de estar contenta, de verdad que sí

ahora

me duele la mano derecha de tanto tipear, la izquierda nada

el pomelo está durmiendo

la anto está durmiendo

mi mamá está durmiendo y seguro en rato despertará y se desvelará

me comí medio paquete de papas fritas marco polo y se me acabó el jugo

tengo sed

me pinté las uñas y me quedaron peor que ese día que me las pinté mientras el rodrigo manejaba y movía el auto a propósito para que me quedaran corridas, peor que ese día me quedaron ahora

si alguien llega ahora con un jugo de naranja a mi puerta, me caso

si alguien llega ahora con nuggets y salsa barbacoa a mi puerta, me caso también, sea hombre o mina

tengo que dormir en el sillón cama y no quiero porque me tiene la espalda molida, molida

el pomelo durmiendo es la hueá más hermosa y tierna que he visto

mañana a esta hora, el único cambio será que no me quedarán papas fritas y tendré otro antojo

estoy esperando el miércoles (y es lunes)

¿verdad?

algún día, alguna noche, ya no voy a necesitar nada de lo que ahora puse dentro de esta caja con nueve llaves. voy a dejarlas a todas en distintos lugares, lejanos, irrecordables. y aunque todos los días me levante y me acueste con ganas de ir a buscarlas y planee por largos minutos la manera de poder abrir la caja sin que nadie lo note, no lo voy a hacer, porque algún día, alguna noche, ya no voy a necesitarlo. ¿verdad?

dos

mi libro de reclamos está lleno, llenísimo. no sé si caben más palabras de enojo y tristeza en él. no sé si soy yo la que ama el drama o es el drama el que me ama a mí.

extrañar es la palabra que ando trayendo pegada en la frente hace rato. es como que me hubieran sacado de mi lugar, de mi entorno y de repente me hubiesen tirado en un sitio desconocido, en el que no quiero estar y al que, a pesar de los meses, no logro acostumbrarme. extraño mi vida.

últimamente sólo dos cosas me harían creer que no todo es tan penca como suelo pensar cuando me miro al espejo en las mañanas, pero no puedo tener ninguna y ya debería asumirlo y dejar de llorar como niñita perdida en el mall, aunque esa pueda ser una descripción bastante certera de cómo me siento.

and for the laaast time

gracias

qué pena siente el alma dice la violeta, y yo sin necesidad de cerrar los ojos ni nada, me voy rápidamente a sentar debajo del parrón en la casa de mis tatas en el campo, a almorzar temprano y reírnos de que el tata siempre encuentra que le falta un poquito de sal, o un poquito de orégano. quejándonos porque las abejas llegan apenas uno se sienta y porque hay que esperar un rato antes de ir a bañarse. después, siempre la sandía grandota y jugosa o los duraznos o los helados en bolsita que hacíamos con mi tía, aunque esos eran después, cuando despertábamos de la siesta. luego al agua, la once, el pan con palta, subir al cerro y creer que estabai en la cima del mundo sólo por poder mirar desde lo alto el techo de la casa y divisar al tata chiquitito regando entremedio de los árboles. la casa chiquitita, pero llena de gente todos los veranos. porque ese siempre ha sido y será EL lugar y ellos serán LAS personas, las mejores personas.
puta, la verdad es que ahora las cosas no andan muy bien, pero no me puedo quejar, al menos yo puedo decir que he sido realmente feliz. estoy segura de que esos fueron los momentos más felices que he tenido en toda la vida.

quiero volver a mi casa, a alguna casa

fuga

estos días se han puesto mala onda. yo estaba esperanzada en que este año iba a ser alguna hueá mejor, pero de a poco he vuelto a mis pensamientos tristes y de lástima por la vida. no sé qué pasa conmigo, pero creo que últimamente todos los acontecimientos se han puesto de acuerdo para hacerme creer que estoy viviendo una de esas teleseries bananeras de la tele. mucho drama, mucho drama en todo sentido. estoy cansada y lo único que realmente quiero es irme un rato a un lugar buena onda, donde nadie me huevee por la hora en que llego, por la forma en que escribo, por el olor a copete, porque no contesto el teléfono, por la plata que gasto, por las cosas que digo y también por las que no. ¿será eso posible? necesito que sea posible.

aterrizar

no hay mucho que decir a estas alturas. el avión se desvió inevitablemente de la ruta y recién ahora me vengo a dar cuenta de que realmente tengo que aterrizar. el viaje estuvo bonito, muy bonito. de esos inesperados, sin planear nada. esos son los mejores parece: cuando las cosas pasan porque tienen que pasar. en poco rato, un montón de ideas preconcebidas se me fueron a la cresta y en su lugar se quedaron dando vuelta los planetas, las canciones y el pomelo jugando con los cordones de unas converse.

tengo que reconocer que me da un poco de pena obligarme a llegar a tierra de una vez por todas, pero, como siempre, se me va a pasar.

caos

yo pensaba que tenía bien asumido todo este cúmulo de cosas no muy buena onda que vinieron a instalarse encima de mi cabeza y de la de mi gente hace unos meses. pero de repente me parece que cada día es más complicado que el anterior. que siempre hay algún nuevo tema por el cual pelear o tener pena. que las diferencias no se arreglan con lo almuerzos de domingo y que eso de que el amor es lo único que importa, bien seguido parece desaparecer del panorama.

me gustaría poder decir alguna frasecita optimista al respecto, pensar que todo va a estar bien en algún momento, pero lo cierto es que desde que pasó lo que pasó, la única sensación que perdura en mí es la de que jamás voy a poder sentir que todo en mi vida está en orden. nunca más. y lo peor es que mientras sienta eso y lo sume a otro par de cositas que no han resultado en el último tiempo, no tengo muchas esperanzas de que algo me motive realmente a dejar de ser la cabra que se queja por todo y siempre tiene ganas de dormir.

fin de la semana

tengo ganas de que alguien venga, me de un abrazo y me diga que no tengo nada más de qué preocuparme. quiero sentir, aunque sea por un ratito, que alguna hueá me resulta fácil.

mi viejo

a veces me carga que mi papá me llame por teléfono, porque sé que 3/4 de la conversación consistirá en explicarle o repetirle cosas que ya le he contado miles de veces antes. yo creo que mi viejo ni cacha cuando estoy de cumpleaños ni ninguna de esas tonteras de fechas y detalles de la vida. en realidad tampoco cacha mucho de lo macro. le cuesta asociar datos simples como que si ve mi nombre en un gc de las noticias y yo le contesto el celular diciendo que "estoy trabajando", significa que estoy haciendo la práctica... porque estudio periodismo, eso antes igual se le olvidaba de repente. y todavía me pregunta si estoy segura de haber elegido eso. sí, cuando me falta un semestre para terminar la carrera.

es raro mi papá. me da rabia la mayor parte del tiempo, pero después lo dejo no más. le cuento las cosas como si fuera la primera vez y lo escucho a él hablar de sus vinos dulces y sus containers y los gringos. después de todo, de todas las cagadas, las ausencias y los olvidos, es un buen tipo. así como la canción.

mi viejo no me enseñó a andar en bici, ni me enseñó a elevar volatines. en realidad no me enseñó muchas cosas de la vida, aparte de que hay que querer a la gente así como es no más y desinteresadamente. y en realidad esa es una enseñanza bien fundamental y se la agradezco, aunque nunca haya sido su intención dejármela.

(todos ya saben que esta canción es bacán)

los sábados a esta hora me da por pensar en lo que probablemente están haciendo otras personas

#eso

este blog es como el típico amigo que te pone el hombro cuando el 80% de lo que tienes que decir se relaciona con los conceptos pena, soledad, rabia y similares. o quizás es peor, es el lugar predilecto para cuando ni ese amigo está, aunque diga(n) que sí. me carga andar por la vida con el discurso de "nadie me entiende", pero siento que es bien adecuado últimamente, así que chao no más. si no hablo es porque no vale la pena y punto. eso.

fuu

la lista de personas a las que les daría un abrazo justo ahora, es bien larga. podría enumerar también una gran cantidad de sitios y situaciones en los que preferiría estar en lugar de vivir el enésimo fin de semana más penca de la historia, pasándome todos los rollos posibles y sintiéndome lejos, lejos (de mí, de los demás y de hartas cosas fundamentales en la vida).

un par de convicciones se me han ido a la cresta en unas cuantas semanas y cualquiera podría tener el derecho a sacármelo en cara en algún minuto, y tendría toda la razón. la pega: un señor llamó el otro día con una historia bien triste y nadie lo pescó. a mí me dio pena, pero no podía hacer más que avisar. ya me ha pasado varias veces y no sé qué decir. es terrible esta hueá. tan terrible como haber dicho en repetidas ocasiones en tu vida que no harías algo, pero hacerlo igual cuando llega la oportunidad (eso no corresponde sólo al ítem "pega"). mal po.

parece que el centro de toda este bajón es ese: que me he dado cuenta en el camino de cómo todo se ha desordenado de manera inevitable y que, en la mayoría de los casos, no puedo hacer mucho para que las cosas, los sueños y los planes, vuelvan al lugar estratégico que tuvieron por tanto tiempo en mi cabeza.

yo ya debería haber aprendido hace rato que es difícil que todo salga como esperas o que las personas te den siempre las respuestas que tú quieres oír. eso no pasa ni en la tele a estas alturas del partido.
(y eso último es sólo una forma de decir)

¿cuál?

ññññ

a veces pienso que tengo que dejar de tomar tan malas decisiones en la vida, de ser tan pastel y tan mamona pa mis cosas. después me arrepiento de pensar tanto y perder valiosas horas de sueño en reflexiones así de pendejas. nunca concluyo nada muy coherente y, al final, sigo metida en este raro círculo vicioso que me tiene acá, poniendo harto cuidado en lo que escribo, porque sé que lo vai a leer alguna vez y me da una vergüenza terrible.

muy bonito

el último :*

enero

la carencia de excepciones se me ha olvidado en estos 16 días y dos horas.
(desde un poquito antes, en realidad)