miércoles, 22 de junio de 2011

un día

"siempre fue igual, madrugar a diario tomando el té a la rápida y comer el pan con margarina de un mordisco, y salir soplado porque ya son las siete, grita la vieja desde la cocina. salir corriendo, el pelo mojado en pleno invierno, con las manos moradas apretando las monedas del pasaje, las únicas monedas que, con cueva, si el escolar se sube por atrás sin pagar, le sobran para un cigarro suelto. las únicas monedas que son un tesoro cuando el chico logra encaramarse a la pisadera, pero en el apuro de sujetarse, se le caen al suelo, con tanta mala raja, que ruedan por un desagüe. entonces tiene que tratar de llegar al liceo como sea, caminando, pidiendo que lo lleven, suplicarle al chofer que le contesta con un insulto. siempre fue lo mismo, un llegar atrasado a clases con idéntica justificación: no pude tomar la micro, profe. entonces el castigo, la citación al apoderado, cargando eternamente con el estigma del flojo".

lemebel

1 comentarios:

●₪[Diego]₪● dijo...

puta que es seco, Lemebel.
Creo que fácilmente podría pasar todas las vacaciones leyendo y releyendo sus libros.
Saludos!