martes, 26 de agosto de 2008

Segundo día

Ya no cacho que volada. Hoy fue el segundo día de clases después de unas vacaciones pulentas en las que vi (casi) a toda la gente que más momentos de sonrisa pepsodent me ha dado en la vida. Pensé que eso iba a ser suficiente para empezar este semestre de la manera en que siempre he querido: sacando las fotocopias con la velocidad que sólo dos personas en la escuela tienen, leyendo a tiempo, tomando apuntes con letra linda y llegando a clases con un nivel aceptable de sueño por la mañana.

Hoy mi día iba a ser perfecto. Pretendía levantarme temprano , tomar un buen desayuno e ir a la U . Iba a tratar de quedar en el ramo de cine y luego correría a hacer ejercicio con las niñas a valpo. A ese toque! Pero anoche llegué tarde de la vida - lo que en cierto grado explica el porqué nada es tan terrible- no leí nada y en la mañana tampoco, llegué corriendo a la U y me dio plancha ser TAN penca en actualidad y teorías de la comunicación en la clase de interpretativo. Se puso a llover , comí chatarra otra vez, la hora se pasó rápido y etcétera forever, acá estoy.

He leído unas cinco páginas y me he tomado dos cafés. Aún estoy en julio, Araya me da miedo y los mensajes de texto me ponen tonta in a good way. Se acabaron las vacaciones , ahora comienza la época en que los planes nunca resultan , pero de eso se trata. Buena onda. Además viene la primavera y septiembre y con él , el mejor feriado del año! GO!

Fin.

viernes, 15 de agosto de 2008

Otra vez

Las cosas bastante seguido no resultan como espero. Hacer planes es una de las actividades en las que no debería invertir mi tiempo libre. Sacar conclusiones del porqué no resultan mis planes no es alentador tampoco. Siempre, pero siempre, la respuesta tendrá que ver con la misma persona.

Ya no puede ser más deprimente pensar que esto no tiene que ver con que el destino sea mala onda, la suerte no exista o similares. Es tan simple como que de un día a otro alguien decidió que sería choro, quizás, vivir siempre sabotenado la buena onda de la gente a su alrededor.

Yo sé , de verdad, que nunca voy a poder llegar a odiarte , porque eso no va conmigo. Yo sé que voy a llorar el día en que por fin todo termine. Estoy segura. Porque soy así de bipolar y porque a veces dices cosas divertidas y me caes bien. Yo no puedo odiarte. Aunque no pueda hacer lo que quiero, aunque ahora estoy acá mientras debiese estar en otro lugar, y aunque eso último sea cada vez más recurrente, porque tú manejas todo acá. Eso quizás no lo sepas o no te des cuenta; o probablemente si , y eso te encante. No cacho y da lo mismo porque yo siempre me quedo aquí y tú ganas.

Me enferma tener tanta paciencia. Paciencia hasta para esperar que algún día la paciencia desaparezca. Algún día, algún día. Quizás cuántas veces haga falta que escriba acá para terminar de darme cuenta de lo insoportable que es vivir en un cuadro repleto de cinismo diariamente. Yo no soy exagerada, yo sé que tengo razón. Sólo me falta verbalizarlo, articularlo, concretarlo y adiós.

Entonces, me quedan aún más temporales...

miércoles, 13 de agosto de 2008

Nice!

Unos cuantos días bastan para volver a encontrarle el lado positivo a la existencia semi adolescente actual (tampoco tenía ideas suicidas antes -al menos no tanto-, pero todo para mí la semana pasada era stress de aquellos). Qué digo días! con sólo unos minutos de sol-familia-amigos-fotos-helado-trisabor-con-cobertura-de-chocolate o sus derivados es suficiente. Alcanza incluso para cambiar la plantilla del blog pues oye. The thing is que estos días han transcurrido así. No pretendo contar cada uno a modo de diario de vida , primero porque me da paja (oh cuéntate una nueva!) y segundo porque seguro que todo lo que pueda haber dibujado una (o varias) sonrisa en mí últimamente , son solo cosas normales de la vida en días de "vacaciones". Nada fuera de lo común y eso es lo mejor de todo a veces, cachar que con detalles chiquititos y las personas adecuadas todo anda color de rosa y etcétera, no?

viernes, 8 de agosto de 2008

*

Dejo que esto pase , como tantas otras veces ha pasado. Palabras y un par de lágrimas , luego todo vuelve a la realidad con un abrazo justo y un trozo de chocolate. Pero esto no ha terminado. Sé que va a pasar mil veces más , hasta el día en que saque el valor que llevo en algún lugar y escupa todo lo que siento , así como tú lo haz hecho. Quizás sería más cuidadosa, quizás no tendría la necesidad de llegar a los mismos extremos dañinos a los que tú haz recurrido: la palabrería barata , el herir por herir. No lo haría, y no porque no quiera sino porque el milagro no sería así de grande. Pero es que de verdad hay tanto aquí dentro , tantas noches , tantas malas palabras, tantas prohibiciones, tanta vida perdida por nada.
Espero que tu enfermedad no sea contagiosa. De todas formas, al menos yo tengo un antídoto efectivo y seguro, yo tengo algo que tú no tuviste ni vas a tener, yo tengo música, canciones bonitas, abrazos, amigos, consejos, tiempo y un amplio árbol genealógico. Yo tengo un escudo gigante que me impide vivir una vida de amarga a pesar de que tú a veces parecieras empeñarte en que eso pase. Es lo que me queda por pensar: que no vas a conseguirlo , no antes de que yo consiga decirte estas cosas en lugar de sólo escribirlas acá.