lunes, 30 de agosto de 2010

mensaje

hoy día una señora en la micro me regaló un papelito que decía "Dios es más grande que tu problema". más abajito salía su nombre y su celular. al otro lado un versículo de la biblia. me quedé mirándola, desorientada, mientras ella se bajó y me miró con ternura desde la puerta de adelante. al minuto me reincorporé, guardé el papel en mi mochila y me volví a poner los audífonos.

seguí pensando en los asuntos que me tenían con esa cara, la misma que motivó a la señora a acercarse a mí; seguí triste todo el camino a belloto y también en el supermercado, cuando pasé a comprar nutella (un antidepresivo de rápido efecto). cuando venía regresando de eso fue cuando empecé a pensar de nuevo en ella.

yo no la voy a llamar, porque, evidentemente, no estamos muy de acuerdo en ciertos aspectos de la vida, y su propósito se vería truncado conmigo (como le ha pasado a mi tía y a mucha gente con la que me he topado desde que mi mamá está enferma). pero, de todas maneras, desde este lugar al que Pamela nunca llegará, le voy a dar las gracias igual. gracias porque tuvo la buena onda y la determinación de pasarme ese mensaje cuando me vio triste, aun cuando yo pude haber sido una loca agresiva que la mandara a la punta del cerro profesando mi ateísmo. no sé si yo hubiese tenido la disposición o si me hubiese atrevido a hacer lo que ella hizo con tanta amabilidad. seguro que no.

no creemos en lo mismo y quizás muchos vean esto como otro intento de "convertir" a la gente, de esos que hacen muchas personas de distintas religiones. quizás lo sea, ya no estoy tan clara, pero gracias igual. me sentí bien de una u otra forma y si dios existiera, supongo que le gustaría eso.

lunes, 23 de agosto de 2010

ensalada

cuando llego a la casa siento más pena de la normal. en la micro y otros lugares típicos de mis recorridos, suelo pensar en otras cosas, hago listas de pendientes en mi mente y miro a la gente bonita en la calle. a veces también reflexiono sobre la mala suerte que he tenido toda la vida, porque jamás me he encontrado plata botada en alguna esquina. paso por lugares y me acuerdo de las veces anteriores en que he estado ahí; de repente, cuando estoy en eso, aparecen en mi cabeza personas que hace rato se niegan a abandonarla, me pregunto cómo es posible que eso pase a estas alturas de la vida, y luego me convenzo de que no es tan terrible y que no soy la única mina enrollada que pisa el planeta. y así entre tonteras y no-tonteras, se me pasa el día.

hasta que llego a mi casa y me encuentro con un collage de diversos estados de ánimo, pintado por todas las personas que pasan por aquí a diario; todos estamos extraños y lo demostramos de diferentes formas: unos lloran, otros se callan, algunos se enojan y los demás se especializan en la ironía. a veces prefiero quedarme afuera de ese cuadro por un rato y evitar contagiarme. todos tenemos buenas intenciones, pero estamos tan llenos de ellas como de cansancio y otros sentimientos que se han alterado en este tiempo.

estoy agotada
quiero un poquito de normalidad


sábado, 21 de agosto de 2010



if i lay here, if i just lay here, would you lie with me and just forget the world?

viernes, 13 de agosto de 2010

esta hueá es una mierda, digan lo que digan

no me crea mucho cuando le digo que estoy bien. últimamente todo a mi alrededor se ha transformado en una masa amorfa y asquerosa. no tengo ganas de levantarme en las mañanas, ni ganas de bajarme de la micro porque es, extrañamente, uno de los pocos momentos del día en que estoy tranquila. no quiero contestar nunca más el celular ni hacer una fila. tengo tanta rabia y tanta pena acumulada en la guata que probablemente si me hicieran una radiografía, aparecería ahí evidenciado. al final lo único que creí que podría ser una experiencia buena onda dentro de toda la mierda que ha traído consigo este año, también se ha convertido en un cacho tremendo. parece que nadie tiene la capacidad de entender al otro y a mí también me cuesta cachar de repente que el mundo no se detuvo para todos, del mismo modo en que se detuvo para mí en un aspecto de mi vida. las cosas siguen pasando allá afuera, las personas siguen carreteando, llorando, enamorándose y agarrándose de las mechas por huevadas que a veces no entiendo y que otras veces, no me interesan en lo absoluto; y en volá de creerme madura a ratos me dan ganas de decirles a todos que se vayan a la punta del cerro más lejano y se dejen de pendejear. pero sería súper engrupido hacer eso y súper inconsecuente también. al final, no saco mucho con decir estas cosas, nada va a cambiar. me voy a ocupar de lo mío y de reojo observaré como todo el resto de los asuntos en los que estaba involucrada, se van desmoronando hasta que no quede nada de lo había antes que empezara este capítulo del libro.
la vida es un problema, como dice mi profe.
pero estoy muy chata últimamente como para tratar de solucionarlo