jueves, 18 de diciembre de 2008

Capítulo dos

Hasta hace un par de semanas pensaba que definitivamente este año lo iba a recordar por cosas como las personas nuevas con las que compartí, por un par de lugares que conocí, las experiencias/sustancias/melodías nuevas que probé, por haberme creído revolucionaria un rato, por un par de tipos por ahí, algunos llantos y miles de risas con las de siempre , más otros asuntos para nada cuáticos.

Ahora creo que este año será uno de los que más marquen mi vida. Estoy a la espera de algo que idealicé por mucho, muchísimo tiempo. Lo raro es que ya no sé si quiero tanto que pase. Pero la vida es así, la mía al menos, siempre llena de indecisiones y de buscar maneras para que todos estemos bien. A veces no se puede. Ahora no se puede y me doy cuenta de que me faltaba la parte más dura de esta historia y que, con ella, se vienen un montón de lágrimas, de miedos, de dudas y de culpas nuevas.

El capítulo dos está empezando ahora, mientras yo guardo mi vida en una caja , mientras veo como el lugar que tantos años me abrigó, aún cuando lo único que quería a veces era salir corriendo de él, se va quedando vacío y sin colores. Las paredes comienzan a perder la vida que le daban las fotos y las entradas a los conciertos. El scotch arranca pedacitos de pintura y pienso que en el momento en que saque mi persiana azul este lugar ya no será mío porque todos lo podrán ver desde afuera (aunque en la práctica eso sea imposible teniendo en cuenta que estamos a varios metros de altura y la gente no vuela).

Parece que sí te decidiste, parece que sí se acaba, parece que sí empieza, parece que sí tengo muchas ganas de llorar varias veces en el día. Y sigo sin hablar. Ojalá de verdad pueda escribir algo bonito. Sí, eso voy a hacer! porque me conozco y sé que probablemente en el momento en que tenga que despedirme nada saldrá, aunque mi pecho esté estallando.

Voy a dejar aquí , en mi todavía-lugar, un recuerdo para tí, para darte las gracias por ser tan gracioso, porque me llevaste al zoológico y porque mandaste a hacer el color para mi pieza cuando yo insistía en que tenía que ser como el de Sabrina. Gracias y te quiero mucho, eso dirá, y también perdón por no haber nunca aprendido a hablar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

fuerza javilina... ya verás cómo todo pasará rapidito y bien
te quiero un montón!!
espero que las penas se te hayan ido por un ratito anoche :)
cuidate mucho estas vacaciones, felices fiestas para ti y toda tu familia

te voy a echar de menos :(
pero un nuevo año nos espera
besitos
:*

Camiloca dijo...

fuerza amiga...es demasiado difícl irse de "la casa", es terrible, yo lo vivi...y aún me siento mal cuando me acuerdo...pero son cosas que pasan o se olvidan no sé...
teni k ser fuerte y acordarte que teni amigas que van a estar siempre dispuestas a llorar contigo, hablao o sólo abrazarte...
mil besos y abrazos (x.o.x.o)
te quiero mucho!
nos vemos...

[Franco] dijo...

Que raro escribir cuando no entiendo perfectamente de qué hablas, pero ya que tus amigas te suben el ánimo, yo intentaré hacer lo mismo diciendo algo muy tonto...

...me podrías creer que antes de leer esta entrada, estuve buscando por un par de minutos alguna otra entrada que se llamara "Capítulo uno"?...¬¬