
Hoy ha sido un día agradable para ella, un día que comenzó con uno de esos huracanes de intensidad máxima, que arrasan con todo a su paso y desordenan mucho más que el cabello. Uno de esos huracanes en los que temes, lloras, gritas y al final, cuando ya te estás rindiendo, cuando has dejado que la adrenalina del momento te libere por completo, sientes otra oportunidad para ponerte de pie, comenzar a rearmar el desastre, poner todo en su lugar con calma.
Sacar el polvo, abrir las ventanas, tirar a la basura las figuras rotas y así, entre los vidrios, las lágrimas, los abrazos y los quehaceres propios del restablecimiento de la rutina, ya se está tarareando alguna cancioncita otra vez. Y así está ella ahora, cantando bajito como suele ser. Seguramente, vienen más huracanes, terremotos, tormentas, vientos y quién sabe qué otro desastre, pero ahora está un poco más segura de que siempre habrá un modo de disiparlos, aunque a ratos lo olvide por completo.
2 comentarios:
esta es la actitud que me gusta!!
porque sé que eres capaz de sobreponerte cuando algo malo sucede
te quieroooooo! :D
Concuerdo con la coni :)
Me gusta leerte así
besitus y abrazus
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