Pensaba mil cosas por segundo mientras esperaba. Quiero un cigarro!! pero ellos no saben que fumo. Vendría sólo? Vendría con ellos? Me preguntará de nuevo si he estado mucho rato esperando? Resulta idiota sentirse tan nerviosa ante una situación tan común. Llegó/llegaron! Una familia feliz reunida, já! pero faltaba yo. Cortesía asquerosa: "Saluda a tu hermana , pues!", "¿Cómo te ha ido en la U?", "Pero, ¿qué estabai estudiando?". Sólo pensaba en la ganas que tenía de ver un rostro familiar , uno de verdad familiar, no sólo biológicamente familiar, ¿se entiende?
Pero nada. No fui capaz de bajarme del auto aunque ganas no me faltaron. Llegamos a la casa. Demasiadas caras nuevas extrañadas ante mí. Me miran con recelo y le preguntan discreto al de al lado si "ella es la ... la mayor?". Me da risa esta gente. Me da risa darme cuenta que no tienen absolutamente nada que ver conmigo más que el apellido. Me da risa cómo se jactan de ser una familia numerosa y unida , si no tienen idea de nada. La abuela cumple noventa y tres años y todos están preocupados del asado , el ron y la música. Nadie habla con ella ni se le acerca. Yo tampoco lo hago. No lo hago con ninguno de los que están ahí en realidad. No los conozco, no me conocen. Me sonríen; tratan de ser amables. Es como estar en el mall. Sí, es tan sofocante como un veinticuatro de diciembre en el mall. Son las mismas ganas de salir de ese lugar corriendo. La angustia, la claustrofobia. Las ganas de estar en mi casa haciendo nada, pero en MI casa. Con MI gente. Con MI HERMANA gritando alrededor mío, y no un pendejo de 17 que se cree bacán porque se toma un copete escondido del resto y qué no tiene idea por qué es indiferente conmigo, pero lo es. El ser humano aprende por imitación básicamente, no? En fin , tampoco es la gran cosa.
No sé si algún día logre enteder o conocer a estas personas. No son malas en realidad. Lo sé. Es sólo que no tengo idea quiénes son ni me esfuerzo por descubrirlo, y vice versa. Y es que tengo claro desde que cumplí un año quiénes son mi familia de verdad (esos dónde puedo llegar a las 2 de la mañana sin avisar y siempre me van a ofrecer un lugar para dormir calientita) y no me interesa agregarle ramas a mi árbol genealógico, porque se quebrarían con la primera brisa, creo yo.